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El blog de JULIO

Blog de Difusion de La Obra Profetica de Benjamin Solari Parravicini y Otros Profetas

Benjamín Solari Parravicini y la Parálisis total que nos espera

Publicado en 10 Abril 2020 por EL BLOG DE JULIO (La Biblia y B.S.Parravicini)

El economista británico Michael Roberts detalló en su blog que en Estados Unidos, en los últimos diez años de dinero barato por tasas cercanas a cero, las corporaciones no financieras duplicaron su endeudamiento, al pasar de 3,2 billones de dólares en 2007 a 6,6 billones de dólares en 2019.

Los economistas Joseph Baines y Sandy Brian Hager escribieron "Covid-19 y la próxima catástrofe de la deuda corporativa". Indican que las pequeñas y medianas empresas enfrentan el mayor riesgo de default. En ese sentido, especulan con que el saldo de esta crisis será una mayor concentración económica.

Explican que la administración de las finanzas de las corporaciones en Estados Unidos tuvo un cambio radical hace 40 años, en coincidencia con la irrupción de los gobiernos neoliberales y desreguladores de Ronald Reagan, en ese país, y de Margaret Thatcher, en Gran Bretaña. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de los '70, periodo que se conoce como la edad de oro del capitalismo, las corporaciones acumulaban ganancias para reinvertirlas en expandir la capacidad de producción.

Desde comienzos de los '80(Ver la fecha que da Parravicini en la psicografía), esa política fue alterada y pasó a ser dominante la estrategia de maximizar la retribución a los accionistas mediante la distribución de dividendos, restando recursos propios para la reinversión. Para mantener el ritmo de inversiones apareció el endeudamiento que, en gran parte de este ciclo largo del capital, fue barato por tasas de interés muy bajas.

De ese modo se fue alimentando una inmensa burbuja especulativa de deudas corporativas que algún evento inesperado y brusco podía interrumpir el giro de esa cadena de la felicidad. Ese evento fue la crisis del coronavirus y el consiguiente crac global de las bolsas.

Baines y Hager son contundentes con la siguiente advertencia: "Estamos en aguas peligrosas; si los acreedores se asustan y la carga de intereses aumentan, una ola de incumplimientos de pequeñas firmas podría enviar ondas de choque, a través del ya inestable mercado financiero, para ampliar el colapso hacia grandes corporaciones".

 

Tormenta perfecta


El cisne negro de la pandemia coronavirus es un shock extraordinario por la coincidencia de factores muy perturbadores:

* La clausura casi total de actividades productivas y comerciales en más de la mitad de la economía mundial.

* El consiguiente derrumbe del precio del petróleo.

* Caída que se produjo casi en simultáneo con el crac de los mercados de capitales y bursátiles.

* El derrape de esos mercados está provocando la parálisis del crédito y, por lo tanto, también la cancelación de intereses y capital de deudas.

* El saldo de este cataclismo es un alza abrupta del desempleo y del malestar social.

Esta secuencia es la tormenta perfecta del caos económico. Los paquetes de salvatajes serán insuficientes para detener la ola de quiebras y defaults de deudas.

Los países de la periferia están padeciendo además una fuga de capitales especulativos fulminante de unos 80 mil millones de dólares, contabilizó el Instituto de Finanzas Internacionales. En el último mes y medio, esa salida fue más acelerada y pronunciada que las de las crisis de 2008 o asiática de 1998.

La huida de esos capitales se le agrega la caída de los precios de materias primas y de las exportaciones, lo que implicará una merma en la disponibilidad de divisas, y el derrumbe de la actividad interna.

En ese contexto una ola de defaults de deudas sobernas se acerca si no se frena la salida de capitales y se extiende la parálisis de la economía mundial.

El por ahora default virtual de la deuda argentina o el default abierto del Líbano, que anunció que no puede cumplir con un eurobono de 1200 millones de dólares, son irrelevantes en ese escenario global.

Ola de deudas


La tormenta perfecta para los países emergentes y en desarrollo derivará en que cuidarán las reservas disponibles y no las destinarán a pagar ni intereses ni capital de sus bonos.

Ayhan Kose, Peter Nagle, Franziska Ohnsorge y Naotaka Sugawara, economistas del Banco Mundial, publicaron hace dos semanas el texto "Deuda y crisis financieras: ¿se repetirá la historia?". Señalan que la mayor parte del aumento de la deuda soberna desde 2010 se produjo en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, que vieron aumentar su deuda en 54 puntos porcentuales del PIB a un récord de aproximadamente el 170 por ciento del PIB en 2018.

Precisan que la ola actual de deuda se destaca por su tamaño, velocidad y amplitud excepcionales. Dicen que es el aumento más grande, más rápido y más amplio de la deuda en esos países en los últimos 50 años. Explican que es la cuarta ola desde la década del '70. Las otras tres son la del '70 y '80 concentrada en América latina, la del '90 en Asia y la tercera en Europa. Coinciden en que cada una de esas olas de endeudamiento culminó en una crisis financiera.

Esas crisis "generalmente se desencadenaron por shocks externos que resultaron en fuertes aumentos en la aversión al riesgo de los inversores, picos en los costos de los préstamos y paradas repentinas de las entradas de capital".

Algunos de esos atributos se están verificando con la crisis del coronavirus. Por eso el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional adelantaron el pedido a los países centrales para que no exijan la cancelación de deudas bilaterales con países pobres, la mayoría de África.

El FMI anunció a la vez que, más allá de sus servicios tradicionales de préstamos, explorará opciones adicionales para ayudar a los países miembros que experimentan escasez de divisas. Argentina se anota en ese grupo.

Inédito
Nunca antes casi la mitad de la población mundial está en aislamiento social obligatorio. Poco más de 3100 millones de personas, cantidad que puede aumentar en estas semanas, están confinadas en sus hogares. Y la Organización Mundial de la Salud reclama que los países que todavía no dispusieron la cuarentana, la decidan en forma urgente para frenar la expansión del virus.

La actividad económica fue literalmente clausurada en China, Estados Unidos y Unión Europea, los principales motores de la economía mundial que representan en conjunto el 62 por ciento del Producto global.

Ni en la primera y segunda guerra mundial y ni en la gran depresión de la década del '30 sucedió algo parecido. El riesgo a un default masivo de deudas corporativa y soberana irrumpió entonces con fuerza porque nunca antes hubo una crisis global de estas características. 

 

La paralización del empleo y prácticamente todo el mercado laboral occidental es como echarle un bidón de gasolina a este incendio económico mundial. “La pandemia ha empujado al mundo hacia una recesión, que en 2020 será peor que la crisis financiera mundial”, señala el Fondo Monetario Internacional.

Se ha registrado una grave depresión del consumo debido a que las personas han perdido casi totalmente su capacidad para captar las pequeñas porciones de capital que representan apenas un ínfimo porcentaje de la oferta monetaria mundial, un aumento del desempleo producto de la inviabilidad que tienen miles de empresas para financiar sus líneas de producción y la mano de obra que los mantiene dentro de los circuitos financieros externos, es decir, sus trabajadores, y un severo ahogamiento de la industria por la caída en las exportaciones de materias primas y commodities.

La Organización Mundial del Trabajo calculaba esta semana que solo en este trimestre se perderían casi un 7% de horas trabajadas, equivalentes a unos 200 millones de empleos en todo el mundo. Esa pérdida podría representar una significativa fracción de 80.000 millones de dólares del total del dinero que existe actualmente en el planeta.

“Las consecuencias económicas de la pandemia ya están golpeando a Estados Unidos con una velocidad y gravedad sin precedentes”, dice el FMI. (Ver psicografía al respecto)

El desempleo se ha disparado en Estados Unidos durante las últimas dos semanas, un país que hasta hace poco alardeaba de tener la tasa de paro más baja de su historia (3,5%). Esto implica que el principal motor generador de empleos en el mercado laboral de ese país y de una buena parte de Occidente debido al alcance y expansión de la corporatocracia-élite de las transacionales estadounidenses, que son las que concentran casi la mitad o incluso más del capital mundial, ha perdido fuelle y eso repercute en los mercados laborales del resto del mundo conectados con inversores cuyo dinero está ligado al sistema financiero norteamericano, que al mismo tiempo abarca casi todo el sistema financiero global. 

Hasta aqui amigos un pequeño compendio de profecías y actualidad económica mundial. La parálisis ya está aqui, la pobreza y el hambre mundial golpean las puertas y obviamente el gran millonario yankee dejará de serlo.

Todo estaba anunciado...

Abrazo y saludo de PAX

 

Fuentes:

https://www.pagina12.com.ar/256043-el-virus-del-default-global-y-el-colapso-de-la-economia

https://www.mundiario.com/articulo/economia/nueva-recesion-economica-mundial-instala-frena-seco-humanidad/20200408211021181014.html

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